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Caminando la Ruta Emocional (5)

Foto del escritor: Gabriel VásquezGabriel Vásquez

Siguiendo La Ruta Emocional


La Ruta Emocional es una guía para fortalecer la conciencia emocional permitiendo a una persona identificar lo que le va pasando mientras siente una emoción, así como las decisiones que puede tomar a partir de ella.  La Ruta Emocional consta de 5 pasos que deben seguirse en secuencia, y son:


1. IDENTIFICAR UN HECHO O SITUACIÓN.


En este mismo instante usted está leyendo este documento y es justamente un buen ejemplo de una situación o hecho real que ocurre en su vida.  ¿Qué ocurrió hace 30 minutos? ¿Llamó a alguien? ¿Tomó su desayuno? ¿Llevó su hijo al colegio?  En este primer punto de la Ruta Emocional debe identificar una situación pasada, presente o futura que se presente en su vida.  Un recuerdo o un deseo puede ser considerado también un hecho.


Ahora identifique que explicación se da mientras sucede el hecho.  Por ejemplo, “leer este documento es bueno para mí”, “Llamar a mi pareja fue lo mejor que me pasó en el día”, “El desayuno me sabía muy mal”.  En el primer caso, el hecho fue leer el documento y a la explicación que usted se da es que “es bueno para mí”.  En el segundo caso, el hecho fue que llamó a su pareja y la explicación que usted se da es que “fue lo mejor que me pasó en el día”.   En este momento está logrando separar el hecho de la explicación y notará más adelante como su emoción se vincula a las explicaciones que usted se da y no a los hechos que se presentan.  Puede que a usted le parezca agradable leer el documento, pero a otro le puede parecer desagradable, y en cualquier caso, ambos leen el mismo documento.


2. VALORACIÓN.


Deténgase por un momento a registrar que le ocurre mientras sucede ese hecho y mientras elige la explicación que da al hecho. En este paso es muy importante que se enfoque en sentir lo que ocurre sin juzgarlo.  Eso que ocurre en usted puede pasar a través de las tres siguientes reacciones:


Neurofisiológicas. Es posible que sienta taquicardia, sudoración, rubor, sequedad en la boca, presión sanguínea, respiración, entre otras. Estas se dan de manera involuntaria y son más complejas de ser gestionadas.

Comportamentales. Expresiones faciales donde se combinan cambios en el tono, volumen y ritmo de su voz, y movimiento en su cuerpo.

Cognitivas. Expresión lingüística de su emoción que empieza a transformarse en sentimiento. Es decir, usted le empieza a poner a nombre a la emoción que siente.


Este paso de la conciencia emocional es tal vez de los más complejos de identificar pues podría suceder en nosotros en milésimas de segundo y adicionalmente no estamos formados ni entrenados para ello.  Sin embargo, la repetición consciente acompañada de la conexión con el cuerpo va dando lugar a la comprensión de esta valoración.  Cuando la intensidad de lo que siento en el cuerpo es muy alta, se me facilita identificar la valoración.  Cuando es muy leve, parece que es más inconsciente pero no significa que no suceda.


3. RESPUESTA.


Con todo lo que acaba de ocurrir en el paso anterior en combinación de las respuestas neurofisiológicas, comportamentales y cognitivas ¿Usted diría que lo que sintió fue agradable o desagradable?  ¿Qué nombre le pondría a lo que está sintiendo?  ¿Cuál es la causa de esta sensación que llega? 


Para lo anterior puede ayudarle a tomar una decisión si usted sintió:



Elija la reacción que más se parece a la explicación que usted se da.  Es muy posible que sienta a la vez varias reacciones (por ejemplo, puedo sentir tristeza por perder algo valioso y al tiempo rabia por haber sido descuidado).  La combinación de rabia con tristeza dará lugar a la emoción de la frustración, pero como proceso de desarrollo de la conciencia emocional será muy potente que pueda identificar lo que le va ocurriendo con las emociones básicas.


4. ACCION.


Durante la guerra era muy frecuente que se enviara a un mensajero al campamento enemigo para entregar una carta con un mensaje importante.  Al ser abierto, el General que lideraba las tropas enemigas, leía la carta, y al terminar asesinaba al mensajero.  Este militar prefería descargar toda su ira en contra del mensajero y no al mensaje que recibía.  De allí nace la expresión “Si no te gusta el mensaje, no mates al mensajero”.  


Esto mismo sucede con la emoción que acaba de identificar en el paso anterior.  Si percibe que la emoción le trae un mensaje que le causa injusticia, pérdida, integración o repulsión, por favor “no mate al mensajero”, por el contrario, acepte y valide que ese es el mensaje que usted debe recibir y no otro; dale las gracias al mensajero y permite que se vaya.


En este punto es fundamental identificar los juicios que usted tiene sobre esa emoción y sobre todo aceptar y validar la emoción que llega para lo cual es clave conectarse con la causa que originó esa emoción.


Ahora bien, aceptando la emoción ¿Qué quiere hacer con ella? ¿Esa emoción resulta útil para lo que necesita y desea?  Por ejemplo, alguien acaba de decirle que un ladrón entró a su casa y se robó cosas de mucho valor y siente que esto es muy injusto pues le costó muchísimo tiempo adquirir lo que se han robado.  ¿Para qué le puede servir esa sensación de injusticia? Probablemente la rabia le impulse a comunicarse con las autoridades para denunciar lo sucedido y a proteger mejor su casa. ¿En qué nivel de intensidad gestionaría su rabia? En la medida que vaya observándose podrías ir decidiendo hasta que nivel de fuerza requiere que la emoción se integre a la decisión que toma.  Llevar su rabia al nivel de ira podría traer dificultades en la conversación con las autoridades y dejarla solo como una leve molestia podría impedir que se movilice a hacer algo diferente.


Cambiemos un poco el contexto y vamos a suponer que el hecho sucedido en casa se dio mientras estaba de vacaciones.  Y preguntemos nuevamente ¿Para qué le puede servir esa sensación de injusticia?  Probablemente le movilice a la acción como se describió antes, pero ¿Quiere usted quedarse en la emoción de la rabia?  Si la respuesta es sí, probablemente su familia no se sentirá muy cómoda con lo que queda de vacaciones.  Si la respuesta es no, ¿Qué emoción quisiera incorporar?  La tristeza le puede traer los aprendizajes que necesita para evaluar lo que se perdió y reconectarse con lo que es importante, y por que no, la gratitud por sentirse vivo y dispuesto para seguir adelante a pesar de las dificultades.   En este caso conectarse con la perdida podría permitir preguntas como ¿Y eso por qué era importante? ¿Qué significa para usted sentir que puede perder? ¿Qué le pasa cuando se siente vulnerable? ¿Qué puede ganar de haber perdido algo?


Es también importante preguntarse, ¿Cómo quiere expresar a otros la emoción que siente? Expresar no necesariamente se refiere a compartir su intimidad personal.  Expresarlo hace énfasis en que otros puedan saber si algo le agrada o le desagrada de manera que informe sobre lo que quiere hacer y los demás puedan saberlo.  No expresar la emoción que siente lo deja muy cercano a “matar al mensajero” pues termina por no aceptar moverse a la acción, y por el contrario, intensificar impulsivamente su expresión emocional podría dejarle fuera de lugar en el contexto y en la relación con los otros.


Por último, decida que acciones quiere llevar a cabo a partir de la emoción con la que desea entrar en acción.


5. EVALUACIÓN.


Este momento de La Ruta Emocional es muy relevante pues permite evaluar si está satisfecho con los aprendizajes obtenidos en los cuatro pasos anteriores, es decir, si está notando que puede separar el hecho de la explicación, si está logrando identificar lo que ocurre en su cuerpo mientras va apareciendo la emoción y si identifica la causa que lo mueve, así como las acciones que a usted lo dejen satisfecho.


Aquí es conveniente preguntarse ¿Qué haría distinto la próxima vez? ¿Qué necesitaría incorporar que hasta ahora no ha hecho?


Resumiendo todo lo dicho sobre La Ruta Emocional en pocas palabras podríamos decir que es una metodología para desarrollar la conciencia emocional y consta de 5 pasos, así:



Los pasos 1,2 y 3 se desarrolla la capacidad de Sentir, en los pasos 4 y 5 se desarrolla la capacidad de Aceptar y Ser Responsable.

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